Los días previos a la navidad, han sido tremendamente calurosos. Mientras en Europa hay una gran ola de frío, acá hace calor desde temprano y bien entrada la noche, recién empieza a refrescar.
En un abrir y cerrar de ojos, el día 24 se me vino encima y ahora a 3 días de la fecha, reviso mi lista a "regalar" y me doy cuenta q no tengo ni la mitad.... aunq pensándolo bien, he avanzado con los encargos, más de lo q tenía pensado.
Lo q pasa, es q me demoro demasiado en escoger "el" regalo para cada persona y aunq la lista estuviera compuesta por 3 personajes, me demoraría tanto como me pasa generalmente en fechas como ésta o cumpleaños.
El calor tampoco ayuda mucho en esto.
El sol ha pegado tan fuerte estas 2 últimas semanas, q de una primavera media insípida pasamos a un verano intenso.
Las caminatas se hacen más pesadas y la gente corriendo de un lado a otro, hacen q las compras se hagan tediosas. Menos mal q son pocos los regalos q hago... mi problema en realidad no es la cantidad sino lo q me demoro en escoger el objeto apropiado.
Hay una leve brisa fresca. El viento mueve mi pelo y me refresca en esta tarde calurosa. Sentada en este escaño, mientras veo pasar a los estudiantes cerrando sus ramos, o los nuevos postulantes buscando donde estudiar... aparecen bolsas con regalos, rollos de papel, cintas y los vendedores en las calles, ofreciendo collares, audífonos, autitos de plástico, libros y un cuanto hay de cosas.
El viento hace q también se revuelvan mis ideas. Como si fuera capaz de meterse dentro de mi cabeza y soplar entremedio de los recuerdos, las obligaciones, las imágenes y la música q resuena en mis oídos.
Por hoy, la búsqueda de los pocos regalos a entregar llega hasta acá. Aunq estemos a días de navidad.
Pronto me juntaré con unos amigos... a ellos ya les elegí su regalo. El preciso.
martes, 22 de diciembre de 2009
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