El viento q antecede a la lluvia me gusta mucho.
Normalmente ando con el pelo suelto, pero si lo tengo amarrado, me saco lo q ande trayendo y dejo q esa brisa juegue con él. Aún cuando después parezca el Rey León.
Ese mismo viento es el q me gusta mirar como se mueve entre las ramas de los árboles, como mueve la copa de la palmeras y q me hace preguntar si acaso podría llegar a caerse... o si sus raíces son tan firmes, q sólo un tornado llegaría a moverla.
Esa brisa tibia q me encanta sentir mientras camino sola (escuchando algo de mi soundtrack personal) me gustaría sentirla también estando acompañada. (Y no es q me ponga romántica y piense en caminar de la mano por el forestal. Últimamente es en lo q menos pienso. Será porq lo veo lejano.)
Me refiero a estar acompañada, para caminar y tener una conversación rica, de anécdotas e historias... de ésas sin importancia o profundas... de pega o de familia....
Y cuando no nos damos cuenta, hemos caminado tanto, q el viento ya terminó...
Unas pequeñas gotas han empezado a caer y me doy cuenta, q ahora el pelo además de estar aleonado por el viento inicial, se encrespará aún más con la lluvia q empieza y de la cual no podré liberarme, por creer q el informe del tiempo una vez más no le apuntaría, y salir sin paraguas.
viernes, 23 de octubre de 2009
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caminar es indispensable.
ResponderEliminarel viento del sabado estaba genial.
parece que cuando el cuerpo mantiene circulando la sangre uno puede enfocarse mas en los pensamientos. y cuando hay musica detras, esos pensamientos se transforman en una entretenida pelicula.
Toda la razón!
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